Motores de reserva, primer paso hacia la reserva directa
- arisbook
- 14 oct 2015
- 2 Min. de lectura

El motor de reservas o IBE (Internet Booking Engine) se ha convertido en una pieza fundamental en la web de todo establecimiento. De su capacidad para facilitar y dirigir la reserva una vez el usuario ha llegado a la web del hotel depende gran parte del éxito y del aumento en reservas directas, la gran obsesión de los hoteles.
SI analizamos el camino que los usuarios siguen en internet hasta que realizan una reserva vemos que muchos de ellos, en algún momento o en otro del proceso, consultan la web del hotel o de la cadena.Buscan más información, mejores imágenes y el mejor precio, pero no siempre lo encuentran.
Una vez pasados los filtros de los buscadores y comparadores, de varias agencias online incluso, el hotel tiene una oportunidad de oro de finalizar la reserva en su canal reserva, reduciendo sensiblemente el coste de adquisición del cliente y su dependencia de los intermediarios online –las OTAs, principalmente–. De hecho, gran parte de los usuarios consulta en algún momento la web oficial, si bien existen ciertas concepciones generalizadas contra los que los hoteleros deben luchar. Así, por ejemplo, existe la percepción de que las condiciones de pago y cancelación son más sencillas a través de cualquiera de las agencias online.
El usuario busca facilidad de cancelación y la posibilidad de no tener que pagar por adelantado. En muchas ocasiones, aunque el propio hotel disponga de estas facilidades, no queda claro en su página web, perdiendo a un usuario que volverá a la agencia online porque, aunque pueda parecer paradójico, le inspira una mayor confianza, tanto en el proceso de reserva como en las condiciones. Esto se hace especialmente grave cuando se trata del precio, ya que los usuarios tienen la sensación de que encontrarán el precio más barato en una agencia online y, en muchos casos, tienen razón.
Por tanto, más allá de una correcta política de precios, el motor de reservas se postula como un elemento fundamental a la hora de potenciar el canal directo. Esto implica que el proceso de reserva debe al menos tan sencillo como lo es en las grandes OTAs. Debe ser sencillo formalizar la reserva en pocos pasos, de una forma clara, pidiendo al usuario la información imprescindible para completar la operación –habrá otros momentos más adelante para recabar más información–.
Asimismo, el motor implica una oportunidad para añadir ofertas especiales que no se encuentren en ningún otro canal, cruzar ventas con productos o actividades complementarios o realizar acciones de upselling que permitan al usuario acceder a un upgrade que no podría adquirir en ningún otro canal.
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